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“HABEMUS JUDICIUM”

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Comienza el segundo juicio político contra Donald Trump. Este suceso histórico podría generar la inhabilitación política del expresidente.

 

Todas las miradas están puestas sobre el Congreso de los Estados Unidos.  Esta semana comenzó el segundo juicio político contra Donald Trump, que promete ser el foco de atención nacional hasta que se de a conocer la decisión del Senado.  En este artículo quise resumir cómo se genera este proceso y cuáles son los antecedentes más importantes en la materia.

 

Primero hay que aclarar que un “impeachment” o juicio político es una medida que se ejerce contra el presidente de los Estados Unidos.  Este término, significa destitución' o 'impugnación.  Según la Constitución, el mandatario debe ser destituido de su cargo si es condenado. 

 

En la historia solo tres presidentes han enfrentados esta medida.  Se trata de Andrew Johnson, Bill Clinton y el propio Donald Trump, en el 2020.  Todos resultaron absueltos.  Richard Nixon, también fue acusado, pero renunció antes de llevarse a cabo el juicio político en su contra, por el caso Watergate.

 

¿Cuál es la gran diferencia en esta oportunidad?

 

Que Donald Trump ya NO ES PRESIDENTE EN EJERCICIO.  Ante esta realidad ¿Por qué el juicio político en estos momentos? ¿Cuál sería el objetivo? Bien sabemos que no se puede hablar de “destitución”, dado que Trump ya no está en la Casa Blanca.  Entonces ¿qué busca la bancada demócrata con este proceso?

 

Antes de analizar este punto, me gustaría aclarar cuáles son los pasos de este impeachment:

 

1.- El 13 de enero, fue aprobada la solicitud de juicio por la Cámara de Representantes.  La solicitud de la presidente de la cámara, la demócrata Nancy Pelosi, tuvo 232 votos a favor (entre ellos los de 10 republicanos) y 197 en contra.  En ese momento Donald Trump todavía era presidente. 

 

2.- El proceso en su contra se relaciona con su actuación del 6 de enero, cuando Trump pidió a sus seguidores que hicieran oír sus voces "pacífica y patrióticamente", cuando el Parlamento se disponía a certificar los votos de los colegios electorales que dieron la victoria a Joe Biden. Trump también dijo a sus seguidores “que tenían que luchar con todas sus fuerzas”.  Después del mitin, se generó el caos en la sede del Congreso, sucesos en los que perdieron la vida cuatro manifestantes y un agente de policía.

 

La acusación aprobada por la Cámara de Representantes argumenta que el exmandatario repitió hasta el cansancio que los resultados de las elecciones presidenciales eran un fraude.

 

3.- Una vez aprobada la acusación, El Congreso se convierte en escenario para el juicio.  Los fiscales son los representantes de la cámara y el jurado es el Senado. Una vez iniciado el impeachment, las sesiones deben realizarse diariamente con excepción de los domingos.  Los expertos dicen que puede tardar hasta tres semanas.  El proceso es supervisado por el presidente de la Corte Suprema de Justicia de Estados Unidos.

4.- Una vez acaba el juicio se procede a la votación, El jurado decide (los senadores) Se necesitan dos tercios (67%) de los votos para la condena. Esto significa que, si todos los demócratas votan a favor, al menos 17 republicanos tendrían que decidir.

 

Ahora bien, volviendo a la pregunta de ¿Cuál sería el objetivo?, dado que Trump ya no es presidente. Chuck Schumer, líder de la mayoría demócrata en el Senado señaló que ellos votarían no solo para condenar a Trump por "incitación a la insurrección", sino que también la medida, podría suponer su inhabilitación en el terreno político.  Allí pareciera estar la clave.

 

Sin embargo, este es un tema que ha abierto un sin número de opiniones porque muchos consideran el juicio como inconstitucional, dado que la norma del impeachment es contra un presidente en ejercicio.  Otros creen que como se aprobó, con Trump en el cargo, el proceso debe continuar.  Además, habría que señalar que las cortes federales han reconocido el poder del Congreso de fijar sus propias reglas.

 

Hay muchas dudas al respecto, de hecho, también se ha mencionado, que esto puede abrir un camino para que el congreso se convierta en ejecutor de antiguas rencillas de la política estadounidense, restándole importancia a la transparencia y majestuosidad de las instituciones estadounidenses.

 

A todas luces la pelota está en el campo del grupo republicano. Depende de 17 senadores la decisión final.  Hay muchos escépticos sobre la condena de Trump, aunque para ser sincera, todo lo que tiene que ver con este proceso es histórico, dado que nunca un presidente habría sido sujeto a dos juicios políticos en su contra.  De aprobarse la moción de los demócratas, Trump perdería todos los beneficios de ser expresidente y podría quedar inhabilitado para volver al ruedo político en cargos de elección. Creo que todavía queda mucho camino que recorrer en esta materia, pero lo que si pareciera estar claro es que habrá un antes y después de este juicio.  Esperamos que el bien más preciado de la democracia estadounidense que es la separación de poderes y el cumplimiento de la norma, no se vea afectado. 

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