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OTN La Distribución Desigual de la Vacun

 

DISTRIBUCIÓN DESIGUAL DE LA VACUNA

Lucía de 52 años se siente afortunada.  Vive en Tampa, y logró vacunarse, gracias a que en la Florida ampliaron el rango de vacunación contra el COVID a mayores de 50 años.  En Estados Unidos las cifras de nuevos infectados siguen bajando, pero esa no la corriente mundial.  Lucía agradeció estar en este país, donde al parecer, hay vacunas para todos.  Ella no deja de pensar en su hermana, que sigue encomendada a la protección divina, dado que, en su Venezuela natal, aún no ha llegado la ansiada dosis que podría protegerla del COVID.

 

En efecto, Estados Unidos, es uno de los países que cuenta con un mayor número de dosis “pre-compradas” para garantizar que la vacuna llegue a toda la población y se sientan seguros.  Sin embargo, algunos estudios aseguran que la “distribución desigual” de las vacunas podría tener un efecto boomerang y hacer que el virus continúe propagándose.

Si algo ha quedado claro en tiempos de coronavirus, es que la carrera global por la inmunización ha sido una de las más decisivas en la historia de la medicina.  En menos de un año, los científicos lograron poner en circulación al menos 4 vacunas.  Como sabemos en Estados Unidos, circulan las de Pfizer, Moderna y Johnson & Johnson.  Hay que recordar, que el presidente Joe Biden, declaró que, para mayo, toda la población estadounidense debería estar vacunada. Ahora bien, el gran reto no es solo inmunizar a los habitantes de los llamados “países ricos”. Para poder tener cambios significativos a escala global, es necesario que la vacuna llegue a por lo menos el 50% de la población mundial.

 

La Universidad de Duke, elaboró un estudio a través del proyecto “Launch and Scale Speedometer”, que evidencia la distribución desigual de las dosis. 

Aquellos países con más recursos, pre-compraron más vacunas. Por ejemplo, Canadá, cuenta con dosis para inmunizar 5 veces a su población mientras que otras naciones no han podido todavía comenzar con la población de alto riesgo. ¿Cómo fue posible?  Una vez que comenzaron las investigaciones, la mayoría de las naciones ricas, invirtieron en casi todas las opciones viables, para garantizar el acceso a los primeros lotes. La esperanza fue asegurar la cobertura a toda su población. Punto aparte merece Israel, que lidera el proceso de vacunación mundial con una campaña sin precedentes.  Le sigue Los Emiratos Árabes Unidos.

 

El detalle está, de acuerdo con el estudio, en que los países ricos tienen solo el 16% de la población mundial y actualmente cuentan con el 60% de las dosis de vacunas que se han vendido.  Mientras que el 90% de los habitantes de las naciones más pobres no tendrán acceso a la inmunización en un corto plazo.

 

En relación con esa “desigualdad” la Organización Mundial de la Salud, advirtió que el mundo se enfrenta a un "fracaso moral”, por no tener acceso de forma igualitaria a las vacunas. El riesgo desde el punto de vista científico es que en esas naciones el COVID siga propagándose, mutando y haciéndose resistente.

 

También existe otro problema, y es que hay gobiernos que están comprando vacunas que no han publicado datos sólidos y por consecuencia tienen más inventario.  En Latinoamérica se estarían aplicando la rusa y la china, que han generado controversia.

 

Ante todo, este escenario ¿Cuáles son las perspectivas?  Me imagino que han escuchado sobre el COVAX.  Se trata de un plan internacional que tiene como objetivo llevar vacunas a todos los países que la necesiten.  Es una coalición de 172 países que estaría suscrita a la OMS.  COVAX espera entregar 1.300 millones de dosis a los 92 países más pobres, pero esto solo cubre al 20% de su población.  Por otro lado, hay campañas de donación de vacunas por parte de las naciones que ya han inmunizado a casi toda su población y que tienen un excedente, gracias a la compra anticipada.  Noruega,  Canadá y el Reino Unido ya están estudiando esta posibilidad.  Estados Unidos ha manifestado el interés en unirse al COVAX.  Hasta ahora el organismo ha recaudado US$2.400 millones, pero dice que necesita al menos otros US$4.600 millones más para cumplir con su objetivo global de vacunación para este año.

Es así como vemos, que, en efecto, nuestra Lucía es afortunada.  Ella pertenece a la élite mundial que tuvo acceso a su vacuna.  ¿Podríamos culpar a los países desarrollados? En particular me parece injusto.  Pretender que no cuidemos primero a nuestra familia es impensable.  Se llama instinto de supervivencia básico.  Claro está, una vez atendida la casa, el deber ser, es pensar en el vecino.

A mi juicio, el gran reto es poder llevar el éxito de las campañas de vacunación de los países ricos a por lo menos el 50% de la población mundial, bien sea a través de iniciativas como el COVAX o donaciones, tanto de los excedentes de los países ricos como de los laboratorios.  Las vacunas, dicen los expertos, serían la respuesta al problema, pero deben compartirse para en conjunto poder ponerle un punto final a esta pandemia que ya ha cobrado casi 3 millones de víctimas.

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